El autor comienza identificando las organizaciones, y especialmente las educativas, con seres vivos, una comparación que me parece muy significativa y que me habla de dinámica, creatividad, desarrollo, transformación, interactuación...
En mi opinión la metáfora más acertada es la de "hospital": "la atención educativa individualizada a cada educando se corresponde con el tratamiento de aquel a cada uno de sus pacientes".
Recogemos aquí la definición dada por este autor a la escuela: "organización compleja, con una serie de roles desempeñados mediante la interacción de las normas establecidas y en función de la propia personalidad de quienes los ejercen, y todo ello en el marco de unos objetivos que debe cumplir y de otras variables implicadas" (Cardona, J., 2001).
Todo ello nos lleva a la escuela como organización "perfectible" mediante un aprendizaje organizativo... ¿por qué unos centros consiguen mejorar sus potencialidades y otros no? Las escuelas están llamadas a ser organizaciones dinámicas, nos tendremos que preguntar el por qué de aquellas que llamamos "estancadas", "paseantes" o "desencaminadas".
La escuela, y no como un ente abstracto, debe asumir la responsabilidad de responder a una sociedad en constante transformación. Cada uno de los que formamos parte de la organización educativa tenemos y asumimos esa responsabilidad. Interesante en esta línea las características que presenta nuestro autor en el artículo:
- Capacidad para diagnosticar situaciones o líneas de actuación susceptibles de mejora.
- Abordar sistemáticamente la solución de problemas.
- Perseguir la búsqueda constante y métodica del conocimiento organizativo.
- Capacidad de consolidar su propio aprendizaje.
- Disposición para transferir el saber a nuevas situaciones.
- Capacidad de reflexión crítica sobre su propia práctica.
- Saludables (promover la autoestima, favorecer las relaciones, facilitar vías para la información y participación, lazos sólidos entre familia, centro y comunidad educativa).
Dos palabras claves en todo ello: habilidad y capacidad. Que nos llevan a dos tipos de aprendizaje organizacional: acumulativo y generativo. Comparto la opinión del autor en que ambos han de ser complementarios, ¿por qué plantearlos como excluyentes? Es necesario aprovechar lo positivo que ambos nos presentan.
A continuación el autor señala dos estilos muy diferenciados de aprendizaje organizativo: el "técnico-práctico" y el "tecnológico-científico" y una reflexión tras explicar en qué consisten cada uno: el quehacer organizativo ha de basarse para el logro de la innovación optimizadora en ambos estilos. El trasfondo es el mismo: buscar la complementariedad, no "cerrarnos" a un estilo, a un modo, ¿por qué desarrollar visiones excluyentes?
Pero todo esto no se logra por la simple intuición, es fundamental una estrategia adecuada, es necesario planificar e intervenir partiendo de unos principios, hemos de ser responsables en ello. El autor en su artículo propone una secuencia de intervención que me parece bastante completa como modelo a seguir.
Hay que señalar también cuatro condiciones que favorecen la configuración de un centro docente como organización que aprende (Cardona Andújar toma estas condiciones de Bolívar): cambios en el entorno y en la política educativa (condiciones externas) y la experiencia anterior de desarrollo y la historia y cultura escolar (condiciones internas).
Terminamos con los indicadores del aprendizaje organizativo:
- Asume la singularidad de cada alumno y enseña en consecuencia.
- Promueve el desarrollo profesional de los profesores.
- Potencia las relaciones con su comunidad educativa.
- Fomenta una metodología colaborativa.
- Planifica y actúa desde las experiencia pre y extraescolares de su alumnado.
- Diagnostica sistemáticamente líneas de mejora.
- Genera un clima social adecuado.
- Se percibe como una comunidad profesional de aprendizaje.
- Asume aprender de sus errores.
- Concibe la calidad educativa como un referente.
Después de todo ello ahora toca mirar nuestra escuela, nuestro centro educativo... y disponernos como futuros maestros y maestras para ello.
Ana María Navarro Espino.
(CARDONA ANDÚJAR, J. "Hacia un estilo de aprendizaje de las organizaciones educativas").